Primer ser vivo clonado
Para 1996 la palabra clon era ya muy conocida. Alrededor del mundo se hablaba de estos seres generados a partir de la información genética de otro ser; todos aseguraban que era posible hacer una copia exacta de un persona dentro de un laboratorio. Pero esas eran sólo especulaciones. Todo cambió el 22 de febrero de 1997, los medios se incendiaron con la noticia del primer mamífero clonado, se trataba de una oveja Finn Dorset de nombre Dolly.
La célula que le dio origen a la oveja Dolly provenía del tejido de la glándula mamaria de un espécimen de sus misma especie. Antes de que Dolly naciera se pensaba que los clones sólo se podían obtener de una célula embrionaria o un óvulo no fecundado; no obstante, los científicos no frenaron en sus esfuerzos por "crear vida" de la nada. Se realizaron 277 fusiones antes de que Dolly pudiera nacer a partir de una célula mamaria.
Aunque Dolly había nacido siete meses antes de que sus "creadores" anunciara exitosamente su clonación, decidieron revelar su logro hasta ese momento para que su experimento tuviera la edad adecuada para decir que había sobrevivido exitosamente. Incluso, contrario a lo que todo mundo pensaba, Dolly pudo tener crías; cinco para ser exactos
El 14 de febrero de 2003 la oveja Dolly tuvo que ser sacrificada debido a una enfermedad pulmonar. Debido a que Dolly sólo sobrevivió seis años y medio, quienes están en contra de la clonación y los procesos que prometen generar vida en un tubo de ensayo, intentaron abrir un debate alrededor de la debilidad de los individuos nacidos a partir de estos métodos. Tomando en cuenta que las ovejas de esta especie viven alrededor de 11 a 12 años, el periodo de vida de Dolly fue extremadamente reducido.
El cuerpo de Dolly fue disecado y se encuentra expuesto en el Museo de Edimburgo
El ser humano ha demostrado que tiene la capacidad de hacer hasta lo imposible.Sólo nos queda esperar que todos estos descubrimientos terminen por beneficiarnos y que nunca se vuelvan en nuestra contra.
La maquina de vapor.
Se llama máquina de vapor a todo motor en el que se utiliza como fuerza motriz la que resulta de la expansión del vapor de agua. Su principio fundamental es el de la conversión del calor en trabajo. Este trabajo depende, como en todas las máquinas térmicas, del desnivel de temperatura, es decir, de la diferencia de la temperatura del vapor antes de expandirse y de la que tiene al salir al exterior.
La máquina de vapor se compone de dos partes: una en la que se produce el vapor que ha de actuar como fuerza motriz, denominada generador o caldera; y otra que constituye la máquina propiamente dicha, formada por el sistema de mecanismos encargados de recibir y transmitir la acción de la fuerza motriz del vapor, compuesta esencialmente de un émbolo o pistón (posteriormente reemplazado por la turbina de vapor) que adquiere por la acción del vapor un movimiento de vaivén en el interior de un cilindro donde encaja y oscila.
¿Quién inventó la máquina de vapor?
La verdad es que la máquina de vapor no tiene un solo inventor. Nació de la evolución de diferentes ideas, descubrimientos e inventos, pero podemos destacar dos nombres: Herón de Alejandría (imagen de la izquierda) y James Watts (imagen de la derecha).
La implementación definitiva corrió a cargo de un escocés llamado James Watt (de cuyo nombre se ha tomado el nombre de la unidad de la Potencia –el Wattio-), y fue patentada allá por el año 1769. Este mecánico se percató de la pérdida de energía producida por los calentamientos y enfriamientos sucesivos del cilindro, había una gran cantidad de calor que se empleaba únicamente para calentar el cilindro, una vez enfriado para producir el vacío en él.
Evolución
ocurrió una idea verdaderamente genial: se emplearían dos cilindros, uno que contuviese el pistón y que estuviese siempre caliente, y otro donde se condensaría el vapor por estar siempre frío –estaría sumergido en un tanque de agua-. Este segundo tanque sería lo que se llamaría condensador. El funcionamiento era el que sigue: el vapor hace bajar el pistón por estar la válvula superior del cilindro abierta. También está abierta la válvula que lo comunica con el condensador para que debajo de él haya el vacío necesario. Al llegar el pistón al fondo, las válvulas superior del cilindro y la del condensador se cierran y el vapor entra en el cilindro por la válvula inferior, igualándose la presión en ambas partes del pistón (superior e inferior), con lo que el pistón se eleva gracias al movimiento continuado del balancín, que es arrastrado desde el cigüeñal por un volante de inercia. Esta implementación daba lugar a un gran ahorro de combustible, con el consiguiente mayor rendimiento-. Con otras mejoras posteriores se convirtió en el motor de la mayoría de las máquinas de entonces.
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